Entrevista

Tenemos hoy con nosotros a José Manuel Vaquero. José es catedrático en la universidad de Extremadura. Está especializado en la reconstrucción de la actividad solar y del clima de la Tierra en los últimos siglos. Ha hecho publicaciones importantes, llegando a la revista Nature Astronomy.

José, no contento con sus aportaciones en física, también decidió aportar en divulgación y dedica parte de su tiempo a la misma.

Preg. Mucha gente pensará: Ya es catedrático, es un puestazo y encima la vida investigadora es dura pero también satisfactoria. Aparte, la divulgación no es que aporte mucho dinero y requiere de bastante trabajo. Ante este planteamiento, dinos: ¿Por qué entrar a divulgar?¿Qué es lo que te lleva a ello?

Resp. La mayor parte de los investigadores en España somos funcionarios públicos. nuestro sueldo no depende de la divulgación. Aún así, me parece que es una parte importante de nuestro trabajo como servidores públicos. Tenemos que rendir cuentas a la sociedad y demostrar que el dinero que se invierte en investigación repercute en el bienestar y en el progreso de la misma. Aquel que vea que se le da bien y le gusta, si la investigación puede estar acompañada de divulgación, ¿por qué no hacerlo? Es una parte de nuestro trabajo relevante. Considero que es importante y me gusta, por eso hago divulgación. La sociedad necesita escuchar a los científicos. Hacer divulgación es hacer partícipe a la sociedad en la investigación, es el puente entre ciencia y sociedad.

Preg. ¿Has intentado alguna vez divulgar algún aspecto más técnico de lo que investigas (o lo que investigas en general)?¿Cómo fue la experiencia?

Resp. Sí. Las cosas en las que yo he trabajado están enmarcadas en un problema acuciante para la sociedad, que es el cambio climático. Si investigara una cuestión más concreta, como una reacción química muy específica, sería más difícil de divulgar. Pero las cosas que yo hago, al final, tienen esa conexión con el cambio climático, con problemas medioambientales y con polémicas que salen en los medios, y eso es de gran interés para las personas. Yo por ejemplo trabajo en reconstrucción de la actividad solar, que puede ser muy técnico y alejado en sí mismo para alguien que no esté metido en el tema. Pero los resultados y las conclusiones que se sacan de lo que yo hago, por ejemplo que el sol no es el causante del cambio climático y que lo es el ser humano, sí que son de gran interés para el público en general. Suele tener buen recibimiento. Voy mucho a charlas de instituto, intento participar siempre en las actividades del servicio de cultura científica que organiza mi universidad como la noche de investigadores, semana de la ciencia, ferias de la ciencia… Luego hay otra parte que también me gusta que es escribir artículos de divulgación. Incluso algún libro también sale, y es un buen complemento para la actividad investigadora.

Preg. A la gente, en el colegio y en general, le cuesta más entender física y matemáticas que el resto de asignaturas ¿Dirías que divulgar estas ramas del conocimiento al público en general tiene dificultad añadida?

Resp. La dificultad añadida sí existe en los sentimientos que provocan estas asignaturas en las personas. Que te cuenten algo de, por ejemplo, los pájaros, pues tiene una mejor respuesta inicial. Pero claro, si de entrada te dicen que va a venir alguien a hablar de física o de matemáticas pues la gente de primeras dice “¿podría venir otro no?” Ese sentimiento inicial del público existe, pero al final se diluye, porque cuando voy a hablar yo, por ejemplo, no se dice que tal señor va a venir a hablar de física, se dice que va a venir a hablar de cambio climático o de astronomía. Entonces la predisposición de la gente cambia. Es cierto que en lo que respecta a los sentimientos del público divulgar física o matemáticas es un poco más complicado, pero por otro lado en el ser humano están esos intereses de la astronomía, los cielos oscuros… eso al final contrarresta mucho. Todo depende de cómo planteas el asunto.

Preg. Mucha gente sigue pensando que las ciencias y las letras, o las artes, van por separado. Sin embargo, hace poco has dado una charla mezclando la física de la tierra con literatura española. Esta pregunta va para aquella gente que sigue haciendo esa separación. ¿Qué les dirías acerca de esto?¿Existe una distinción clara o son complementarias?

Resp. Está claro que el conocimiento, el saber, es uno. Si te vas a aspectos muy concretos de los diferentes saberes, podemos hacer una división entre ciencias y letras. Pero al final, cuando uno ve las grandes personas que han iluminado a otros, esa línea imaginaria entre saberes se desvanece. El otro día estuvimos hablando de Jovellanos. Un señor que había estudiado derecho, en su confinamiento, cuando lo encierran en el castillo de Bellver, se leyó el libro Observaciones Astronómicas y Físicas de Ulloa, el gran libro español de ciencias del siglo XVIII. ¿Qué hace un tío que ha estudiado derecho leyendo un libro de ciencias en el que incluso hay cálculo diferencial e integral? Es que el que sabe y quiere enterarse de las cosas pues se interesa por todo. Se puede hacer una separación artificial entre ciencia y el resto, pero a la hora de la verdad el conocimiento es uno y son perfectamente complementarios. Hay que saber un poco de todo para resolver muchos de los problemas que nos plantea la realidad.

Preg. Mucha gente tiene una visión de la investigación en física en la que atribuye poderes sobrehumanos a los que la hacen. Piensan: buuuuffff, física. Qué difícil. ¿Qué le puede llevar a alguien a optar por ese camino?¿Por qué ciencias?¿Por qué investigación?¿Hubo algún elemento clave en tu vida que te llevara a hacer lo que haces actualmente?

Resp. No, yo no tuve ninguna revelación que me hiciera estudiar física. La realidad es más compleja. Yo siempre he querido ser científico, y me gustaba la física. A la hora de acceder a la universidad, mi primera opción fue física. ¡Pero la segunda fue magisterio! También era una cosa que me gustaba. Ser un maestro de pueblo que ayudara a los niños. Si al final no hubiera ido por física y hubiera acabado de maestrito de pueblo, pues a lo mejor sería más feliz que ahora, quien sabe. Nuestra sociedad y nuestras vidas son cuestiones tan complejas y entran en juego tantos factores que al final no sabes cómo hubiera sido todo.