El disco de oro de mis sueños

Los años 60 y 70 marcaron los años dorados de la carrera espacial. Una carrera entre dos superpotencias que, aunque fuera una "guerra" por demostrar cual era el que tenía más poder, supusieron un antes y un después en muchos aspectos. Hicieron soñar con viajes al espacio, con el descubrimiento de nuevos mundos. Promocionaron este tema y salieron a la luz franquicias tan importantes como la de La Guerra de las Galaxias. La cumbre de esa carrera llegó con la llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969. Sin embargo, si tuviera que elegir un momento espa(e)cial que me hubiera gustado vivir, no hubiera sido ese (no llegué a vivirlo, soy del 96) hubiera sido el del lanzamiento de la Voyager 1 al espacio el 5 de septiembre de 1977. Te explico por qué. 

¿Qué es la Voyager 1?

El proyecto de las dos sondas espaciales Voyager es considerado una de las misiones espaciales no tripuladas más importantes de la historia de la humanidad (enlace para toda la info.). Sigue a día de hoy en marcha y es un proyecto que, junto a otros, proporciona información fascinante sobre la parte exterior del Sistema Solar. La primera sonda en lanzarse, aunque el nombre induzca a error, no fue la Voyager 1. Se lanzó en segundo lugar (tras la Voyager 2) pero decidieron reservar el número para esta porque iba a ser la primera nave en llegar a Júpiter. Se trata de la primera sonda en enviar imágenes detalladas de las lunas de Júpiter y de Saturno. Su misión a día de hoy (la original consistía en la visita de los planetas "fotografiados") consiste en localizar y estudiar los límites del Sistema Solar, pasando por el cinturón de Kuiper y más allá. El 25 de agosto de 2012 fue la primera sonda en alcanzar el espacio interestelar. Es a día de hoy la nave espacial más alejada de la Tierra, aunque no ha dejado todavía el Sistema Solar. Se trata del objeto construido por el hombre que más lejos ha llegado. 

Imagen de la Voyager 1

Todavía más especial, si cabe

Si lo dicho hasta ahora no te ha dejado con la boca abierta, lo siguiente seguro que lo hace. El astrónomo Carl Sagan, conocido principalmente por su labor como divulgador, en especial por ser el presentador de la primera temporada de la serie Cosmos, dirigió la iniciativa de introducir en las sondas mensajes destinados a alienígenas, por si en un futuro las sondas se encontraban con una civilización inteligente. Estos mensajes se introdujeron en forma de discos fonográficos de cobre bañados en oro, de 30cm de diámetro. 

Disco de oro presente en las Voyager

Los discos dorados de las Voyager contienen mucha información: saludos en 56 idiomas, sonidos de la Tierra (viento, lluvia...), los elementos más comunes de la Tierra representados con fórmulas químicas, 115 fotografías de la vida y la sociedad en la Tierra, una hora de grabación de las ondas cerebrales  y mucha música, entre otras cosas (enlace).

Se puede decir que es el objeto que representaría a la humanidad si se diera una primera toma de contacto. Desde luego, la probabilidad de que se diera una toma de contacto es mínima, pero como dijo Carl Sagan: "la nave espacial y la grabación solo serán encontradas si existen otras civilizaciones capaces de viajar en el espacio interestelar, pero el lanzamiento de esta botella dentro del océano cósmico dice algo muy esperanzador sobre la vida en este planeta"

La misión espacial de las Voyager fue no solo un proyecto que trajo una gran cantidad de conocimiento científico, sino también un proyecto lleno de sueños y esperanzas, un proyecto que marcó una generación y, cuyo lanzamiento, si duda, me hubiera encantado presenciar.