La renovables van ganando la carrera
¿Ahora mismo cómo estás leyendo esta entrada en el blog? Seguro que tu respuesta ha sido "con un ordenador", "con un móvil" o "con una tablet". ¿Qué tienen todos estos aparatos en común? Vale, muchas cosas, pero una de ellas es la siguiente: todos necesitan la energía eléctrica para funcionar. ¿Y de dónde sale esta energía eléctrica? Bien, pues trabajar con las fuentes de esa energía es uno de los problemas que no dejan dormir a muchas personas, dado que de ello depende que la humanidad prospere, se atasque o incluso se llegue a extinguir. Tal vez parezca que exagero, pero la situación, aunque no lo parezca, es realmente alarmante. Tenemos un problema energético a nivel global y las actuaciones que vayan a llevar a cabo los gobiernos y las empresas en las próximas décadas podrían ser determinantes. Lo cual nos lleva a una pregunta de especial interés en nuestro caso: ¿Cómo va España?¿Predicamos con el ejemplo o somos más de hablar que de hacer? Veamos cuales son las fuentes de producción energética en España, a ver qué nota le ponemos.
Sobresaliente en renovables
¿Te has llevado una sorpresa? Como lo oyes, España es un excelente ejemplo a seguir en este sentido. Se cerró 2021 con el 46,6% de la producción energética siendo de origen renovable. Esto supone un incremento del 9,9% con respecto a 2020, año en el que ya se marcó un nuevo récord histórico en la producción renovable. Haciendo un desglose del aporte energético por tipo de energía, la eólica encabeza la lista con una producción del 23,3%. Le siguen la hidráulica con un 11,3% y la solar fotovoltaica con una producción sobre el total nacional del 8,1%. Esta última es la que mayor crecimiento ha tenido, con un incremento del 37,7% con respecto a 2020. El valor restante de la ecuación vendría dado por el resto de fuentes de energías renovables (solar térmica, hidroeléctrica...). Vemos que la carrera por las renovables en España va a toda velocidad y de manera acelerada. ¿Se puede pedir más? Sí, pero es un motivo para estar contentos.
¿Nuclear? Sí gracias.
¿Adivinas cuál es la segunda fuente de producción energética? Tampoco era muy difícil leyendo el título. Hablamos, efectivamente, de la energía (de fisión) nuclear. Gracias a este tipo de fuente se generan en España, cada año, entre 55.000 y 60.000 GWh de energía, lo que supone más del 20% de la producción energética a nivel nacional. ¿De donde sale? Bien, pues en España hay a día de hoy siete reactores nucleares en operación en cinco emplazamientos distintos. Puedes ver dónde está cada uno en la imagen de abajo, por si te dan ganas de ir a hacer una visita (mirando desde fuera, claro).
El debate sobre la necesidad de la energía nuclear en el marco de la transición ecológica sigue a día de hoy sobre la mesa. Lo que no se puede negar es que ofrece algo que las renovables no ofrecen: un suministro continuado de energía, necesario para abastecer la demanda energética continua de la población. Es o eso o los combustibles fósiles. Si la nuclear te da miedo, ya sea por los residuos o por la radiación, no tienes por qué preocuparte. Tranquilidad, no te vas a transformar en un o una mutante, ni va a explotar nada de nada.
¿Y el resto? ¿Viene de la magia?
Tal vez hayas notado que faltan porcentajes hasta sumar el 100%. No vamos a entrar en detalles, pero lo primero es asegurarte que no, el restante no tiene un origen fantástico. Viene principalmente del ciclo combinado (17,6%) y de la cogeneración (10%).
¿Qué nota le damos?
Poniendo los datos en conjunto, tenemos que casi un 50% de la producción energética española es de origen renovable, con una tendencia claramente al alza. Algo más del 20% de esta producción vendría de la mano de la energía nuclear, un tipo de energía limpia, segura y eficaz. Esto, y la caída en picado que está sufriendo la producción energética en base a combustibles fósiles hace que le demos a España un más que merecido sobresaliente.
No es oro todo lo que reluce
Sé que con estos datos te has alegrado un montón, pero hay que ver las cosas en su contexto. Siento puntualizar que la producción y el consumo no son lo mismo. En cuanto a producción energética estamos muy bien, pero seguimos dependiendo de los combustibles fósiles para un montón de actividades (el ejemplo más claro lo vemos en el transporte). Más allá de eso, la demanda energética frente a la producción hace que en España haya un problema grave de dependencia energética con respecto a otros países. Es un tema complicado, y no vamos a tratarlo en esta entrada. Lo que quiero es que te quedes con la siguiente idea: hay razones por las que alegrarse, pero el trabajo que queda por hacer todavía es mucho.
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