DNI microbiano

Si te pido que me digas quién eres, ¿qué es lo primero que me dirías? Probablemente empezarás presentándote usando tu nombre. Si te pido describir un paisaje, ¿qué es lo que más usarías? Seguro que nombres, dado que son imprescindibles para no solo describir un paisaje sino, de manera más general, para construir un discurso con fundamento. Los nombres son esenciales en la comunicación. Nos permiten clasificar y describir lo que vemos. Se aplican a todo lo existente, incluidos a los microbios, esos seres tan extremadamente pequeños que se necesita un microscopio para verlos (grupo en el cual en la inmensa mayoría de ocasiones se introducen los virus, aunque haya debate sobre ello). ¿Te imaginas que los microbios no tuvieran nombre? Sería imposible desarrollar todas las ramas del conocimiento relacionadas con nuestros diminutos amigos, al igual que sería imposible hacer zoología sin usar nombres de animales, o física de partículas sin poder usar los nombres de las mismas. Llegamos a una conclusión que ya era clara desde el principio: necesitamos los nombres para hacer ciencia. 

Una de las principales características de un veterano microbiólogo es que es experto en la nomenclatura de los distintos microorganismos. Da nombre a las distintas especies, permitiendo así una clasificación ordenada del mundo microscópico. Cada uno de los individuos de la especie, como era de esperar, tiene el mismo nombre y se consideran "clones". ¿Te imaginas dar nombre a todas y cada una de las unidades? Imagínate que tuviéramos que nombrar cada una del millón de bacterias que podemos encontrar en un mililitro de agua marina. ¡Menuda hazaña! No tendría sentido. Como iba diciendo, se nombran las especies. Cada especie recibe un nombre propio, así como un nombre genérico para las que pertenecen al mismo género (como los nombres y los apellidos). A su vez, estas dos clasificaciones (género y especie) entran dentro de grupos mayores, denominados familias. 

La taxonomía microbiana adquiere mayor relevancia dado el hecho de que sirve para clasificar los distintos agentes causantes de las enfermedades que circulan entre nosotros. Seguro que quieres que el responsable de turno en el hospital analice bien tu sangre y no confunda un microbio causante de una enfermedad con otro del mismo género pero de distinta especie e inocuo. Podría suponer que mañana puedas volver a ver un nuevo amanecer. 

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Fuentes para el reportaje

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