Una pequeña gran historia
Antoine de Saint-Exupéry nos demostró que un personaje, por muy pequeño y humilde que pueda parecer, nos puede contar una gran historia. Y es precisamente este el caso que te traigo, querido lector. Te traigo la historia de algo muy pequeño que empieza de manera enorme. Con una enorme explosión, precisamente. La que dio comienzo al tiempo y al espacio. En el útero más caliente que ha visto el universo nace, en los primeros instantes de la creación, protón. En el mundo en el que nació nuestro amigo, había muchos componentes. Entre ellos, muchos protones, electrones y neutrones. Además de fotones. Es triste pensar que, a pesar de la gran cantidad de componentes de los que estaba rodeado, no tendría su primer amigo de verdad hasta 380.000 años después, cuando el universo se enfrió lo suficiente como para que los átomos estables se pudieran formar y la luz pudiera viajar libremente. Es en ese instante en el que un tímido aunque decidido electrón se acerca a protón para formar una amist...