Eso que se ve de noche

La Luna ha sido fuente de inspiración para la humanidad a lo largo de la historia. Su presencia tuvo muchas interpretaciones, desde mitos y leyendas a atribuciones mágicas. A día de hoy, la ciencia nos da la respuesta de su verdadera influencia sobre el mundo que nos rodea. ¿Cuál es?

Cambia el nivel del mar

La causante de que haya mareas en el planeta Tierra es la Luna. La aparición de estas se debe a la fuerza gravitatoria que ejerce nuestro satélite sobre el planeta. Dada la naturaleza de esta fuerza,  tanto la parte de la Tierra más cercana a la Luna como la más alejada (evidentemente, junto al giro relativo del satélite sobre el planeta, la posición del punto más cercano cambia) tendrán marea alta. Como el océano es líquido, junto con las mareas altas tendremos dos puntos en los que la marea será baja.

Formación de mareas en el sistema binario Tierra-Luna. A la izquierda el planeta y a la derecha el satélite


Y, si eres una persona increíblemente pragmática te preguntarás: ¿y eso por qué es importante? La pesca en la costa sería mucho más difícil, dado que los animales que viven o bien en ella o bien en la inmediaciones se mueven de acuerdo a los cambios en las mareas. 

Rotación terrestre

Sabemos que el eje de rotación de nuestro planeta está inclinado 23,4º. La Luna es la responsable, por la gravedad que ejerce sobre la Tierra, de las pequeñas variaciones que se dan del eje (que, cada miles de años, puede variar entre 21,5º y 24,5º), así como de mantenerlo estable y, en consecuencia, habilitar la vida en el planeta, dado que el clima tiene una fuerte dependencia con respecto a ese ángulo de inclinación. Suena contradictorio, pero en realidad no es así. Sin la Luna, se estima que la inclinación del planeta podría haber variado hasta los 85º, provocando grandes alteraciones climáticas. Este hecho hila directamente con la teoría de Milankovitch, la cual relaciona la variación orbital de la Tierra (en la cual participa, como hemos visto, la Luna) con los cambios climáticos que se dan de manera periódica (por ejemplo, las glaciaciones). 

No es solo cosa de lobos

A pesar de lo que muchos puedan pensar, en cuanto a vida salvaje se refiere, la influencia de la Luna no solo se limita a los lobos (a todos nos viene a la cabeza la imagen del lobo aullando en una colina con luna llena de fondo). Los efectos que nuestro satélite tiene sobre la fauna abarcan mucho más. Por poner un ejemplo, hay especies que pueden sentir la luz lunar en determinadas fases y, en función de eso, da comienzo la fase de reproducción de la especie. Otras especies están adaptadas a las antes comentadas mareas, las cuales utilizan las mismas como reloj para la puesta de huevos y el tiempo de eclosión, por ejemplo. Sin las mareas, estos tiempos se romperían, lo cual sería catastrófico para las especies de animales que dependen de las mismas para sobrevivir. Hay, por otro lado, ciertas especies que sin la Luna tendrían que adaptarse rápidamente al cambio, en especial aquellas que habitan la zona intermareal. Sin nuestro satélite, esta zona se volvería más estrecha y la competencia entre especies aumentaría.

Un dato para reflexionar

Lo más sorprendente de todo tal vez sea el hecho de que estando la Luna a 384.400 km de distancia sea capaz de tener efectos tan notables sobre la Tierra. Si este dato te ha dejado indiferente, te diré que en la distancia que separa la Tierra de la Luna entran todos los planetas del sistema solar. Increíble, ¿verdad?

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