Twitter, el Jardín de las Hespérides de los divulgadores

Las redes sociales han generado un cambio de paradigma en el comportamiento social. Tanto que se considera la mayor revolución del siglo XXI. Esta realidad no deja indiferentes a los científicos/divulgadores quienes, valiéndose de estas herramientas pueden difundir el conocimiento científico de muchas maneras. De este modo, la ciencia es aún más asequible para las personas. Twitter es la red social ideal para comunicar ciencia. Para empezar, esta red social se basa en microblogging. Es decir, en la creación y difusión de textos cortos, extensibles mediante las cadenas de texto conocidas como hilos. Vivimos en la sociedad de la inmediatez. Todo lo queremos rápido, corto y sencillo. La divulgación científica, aunque esta afirmación genere debate moral (sobre todo en lo referente a la deontología) se ha adaptado para prosperar y hacer que la información llegue a la mayor cantidad de público posible. El sumun de esa adaptación lo vemos en Twitter. Pero, ¿por qué esta red social y no otras? Por sus características y público. La ciencia encaja mucho mejor con la forma de operar de los usuarios de Twitter y de la plataforma que con los de otras redes sociales. 

¿Por qué es mejor, en mi opinión, Twitter que la televisión para comunicar ciencia? A pesar de que la televisión sigue siendo a día de hoy el medio más usado para comunicar ciencia, Twitter tiene un potencial de superación por varias razones: se ajusta a la cultura de la inmediatez, puedes buscar la información o seguir a los usuarios que prefieras (versatilidad) y hay mucha más información, tanto en cuanto cantidad como diversidad. Asimismo, el uso de las redes sociales permite a los divulgadores acceder a más cantidad de gente, así como recibir feedback por su parte. Permite la comunicación, no es unidireccional. Esto es altamente beneficioso para la comunicación científica, porque involucra más al lector en la difusión del conocimiento científico, lo que lo hace en cierta manera partícipe y, por lo tanto, más inclinado a ser parte del mismo.

No estoy queriendo decir con esto que el resto de vías de comunicación no sirvan. Al contrario, podemos enumerar unas cuantas con mucho potencial y efectividad en la comunicación científica. Son perfectamente compatibles y una correcta difusión se vale de todas las herramientas que tiene a su alcance para llegar a todos. 

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